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martes, 7 de octubre de 2025

Justicia antes que guerra: por qué la Corte Penal Internacional debe actuar en Venezuela

Una mirada jurídica ante el conflicto y las posibles intervenciones militaresPor Elida Bentancor – Noticias Plenas

En medio de los rumores sobre una “segunda fase” militar impulsada por Estados Unidos en territorio venezolano, el debate público se ha desplazado hacia el terreno de la fuerza, olvidando que existen mecanismos jurídicos internacionales capaces de enfrentar los abusos del poder sin recurrir a la violencia.

Mientras los titulares hablan de operaciones, bombardeos o incursiones, la Corte Penal Internacional (CPI) sigue teniendo la palabra.
Y es allí donde debería centrarse la atención del mundo.

🔍 El camino jurídico que propone Almagro

El ex secretario general de la OEA, Luis Almagro, fue uno de los primeros líderes regionales en impulsar la vía legal internacional frente a los abusos del régimen venezolano.
Desde su gestión, alentó a los Estados miembros a remitir a la Corte los informes sobre torturas, persecuciones y detenciones arbitrarias que se acumulan desde hace años.

Recientemente, en declaraciones a un medio colombiano (NPN), Almagro volvió a insistir en que la Corte Penal Internacional debería pronunciarse con una sentencia clara y definitiva, ya que los indicios de crímenes de lesa humanidad son sólidos y están documentados.

La CPI abrió en 2018 el expediente “Venezuela I”, investigando presuntas violaciones cometidas por agentes estatales contra opositores. En 2021, la Fiscalía confirmó la existencia de bases suficientes para una investigación formal, aunque el proceso se ha demorado por la falta de cooperación del gobierno venezolano y las presiones diplomáticas.

⚖️ Derecho internacional antes que intervención militar

Desde una perspectiva jurídica, la justicia internacional no es pasividad, sino el único camino legítimo para enfrentar la impunidad cuando los sistemas nacionales no responden.
El principio de complementariedad que rige a la CPI establece que solo interviene cuando un Estado no puede —o no quiere— juzgar los crímenes cometidos en su territorio.

Si la comunidad internacional fortalece esa vía, no será necesario hablar de “fases militares”, sino de fases jurídicas:

investigación,

imputación,

y sentencia.


Una decisión firme de la Corte podría establecer responsabilidades personales y aislar a los culpables sin castigar a todo un pueblo.


🕊️ La justicia como camino hacia la paz

La historia demuestra que las guerras rara vez traen justicia.
En cambio, cuando el Derecho actúa con independencia, la justicia se convierte en la base de una paz duradera.

Por eso, la Corte Penal Internacional debe retomar con urgencia el expediente venezolano.
No solo por la memoria de las víctimas, sino por el principio esencial de humanidad que debe guiar al mundo.

El silencio judicial abre espacio al ruido de las armas.
Y Venezuela no necesita más fuego: necesita verdad, justicia y reparación.

✍️ Noticias Plenas
Blog de análisis jurídico y pensamiento político humanista.

domingo, 5 de octubre de 2025

Palestina, Israel y la Paz Condicionada: el rol de Trump y los movimientos de Hamás.


Durante los primeros días de octubre de 2025, el conflicto entre Palestina e Israel volvió a ocupar los titulares del mundo. Por primera vez en mucho tiempo, Hamás anunció su disposición a liberar a todos los rehenes israelíes —vivos o muertos— bajo el marco del plan de paz propuesto por Donald Trump, lo que despertó una tenue esperanza en medio de décadas de enfrentamientos y dolor.
Según un reporte de Reuters del 3 de octubre de 2025, Hamás expresó su aceptación de algunos términos esenciales del llamado “Plan de Gaza” de Trump, incluyendo la liberación de rehenes, el cese de hostilidades y la apertura de corredores humanitarios. (Reuters, 03/10/2025)
Trump, desde Washington, respondió exigiendo a Israel que suspenda de inmediato los bombardeos sobre Gaza, argumentando que la aceptación parcial de Hamás constituía “un gesto de buena fe” y abría una oportunidad para detener el fuego. (Reuters, 04/10/2025)

⚖️ Una aceptación parcial y muchos interrogantes
Aunque algunos medios titularon “Hamás acepta la paz”, Reuters aclara que el grupo palestino no aprobó todos los términos del plan estadounidense.
Entre los puntos aceptados figuran la entrega de rehenes y el cese de ataques, pero Hamás mantiene reservas sobre:
La demilitarización total de Gaza.
La presencia militar israelí en territorio palestino.
El rol futuro de Hamás en la administración del enclave.
En otras palabras, se trata de una aceptación parcial de una propuesta en desarrollo, más cercana a una tregua condicionada que a un tratado de paz definitivo. (Reuters, 04/10/2025)

🌍 Las piezas del tablero internacional
El movimiento de Hamás no puede entenderse sin considerar las presiones externas.
Estados Unidos, bajo la influencia directa de Donald Trump, busca posicionarse nuevamente como mediador global tras años de desconfianza en Medio Oriente. Trump impuso plazos estrictos y advirtió sobre “consecuencias severas” si Hamás no respondía al plan antes del domingo siguiente. (Reuters, 30/09/2025)
Mientras tanto, los países árabes observan con cautela. Algunos gobiernos, que años atrás sostenían con firmeza la causa palestina, hoy privilegian alianzas económicas y militares con Occidente e Israel. Esta postura fragmentada del mundo árabe debilita el frente diplomático y deja a Gaza cada vez más sola frente a un tablero dominado por potencias extranjeras.

👆¿Y qué hará Israel?

Israel enfrenta un dilema moral y estratégico. Por un lado, la presión internacional —especialmente desde Washington— exige una pausa en los bombardeos y la apertura de un diálogo real. Por otro, sectores internos del gobierno israelí rechazan cualquier trato que no garantice el desarme total de Hamás y la seguridad plena de su población.
De aceptar los términos de Trump, Israel debería asumir compromisos que implican concesiones territoriales y un monitoreo internacional en Gaza, algo que parte de su gabinete considera inaceptable. Sin embargo, seguir con la ofensiva solo alimenta el ciclo que ha costado miles de vidas y ha erosionado la imagen del país en la comunidad internacional.

💬 Una paz que aún no nace
Como recuerda Reuters, el “plan de paz” sigue siendo un borrador en evolución, con acuerdos parciales y resistencias profundas. Ni la entrega de rehenes ni las treguas temporales garantizan el fin del conflicto si no existe un reconocimiento mutuo del derecho a existir y a vivir en dignidad.
La verdadera paz no será impuesta desde Washington, ni surgirá de un cálculo electoral. Solo nacerá cuando ambas naciones comprendan que la tierra no vale más que la vida.
Hasta entonces, cada anuncio de tregua seguirá siendo una promesa en el aire, una pausa entre dos silencios rotos por el estruendo de las armas.

✍️ NOTICIAS PLENAS
Análisis y reflexión sobre política, sociedad y humanidad.

jueves, 25 de septiembre de 2025

Intervención contra narcoterroristas en Venezuela: necesaria, pero con garantías y prudencia

 

Intervención quirúrgica contra narcoterroristas en Venezuela: necesaria, pero con garantías y prudencia 

Por Elida Bentancor — NOTICIAS PLENAS

La presencia de estructuras narcoterroristas que combinan tráfico de drogas, redes paramilitares y control territorial ha convertido vastas zonas en Venezuela en un nudo de violencia que trasciende fronteras. Para quienes creemos que ya se agotaron las opciones meramente diplomáticas y sancionatorias, la intervención quirúrgica —operaciones selectivas, basadas en inteligencia, con objetivos puntuales— aparece como una alternativa necesaria para desarticular los cabecillas que ahora operan como Estados dentro del Estado. Pero “necesaria” no significa “irresponsable”: cualquier acción debe tener por delante proteger a los civiles, sujetarse al derecho internacional y planear una salida política que evite el vacío y la expansión del caos.

¿Qué entiendo por “intervención quirúrgica”?

Pienso en operaciones limitadas y precisas: asaltos selectivos de fuerzas especiales, arrestos o eliminación de cabecillas concretos, apoyo aéreo y cibernético para desmantelar redes logísticas, y acciones coordinadas de inteligencia con aliados. No se trata —ni debe ser— una ocupación prolongada ni una campaña de bombardeos indiscriminados. La meta: remover el liderazgo criminal que sostiene la cadena del narcotráfico y romper su capacidad de proyectar violencia regional.

Comparaciones históricas útiles (y lecciones que debemos aprender)

Operación “Neptune Spear” (raid contra Osama bin Laden, 2011): un asalto de fuerzas especiales con planificación extensa y objetivos muy concretos. Es un ejemplo de cómo una operación limitada puede lograr su objetivo con daños colaterales bajos cuando la inteligencia es precisa y la ejecución rápida. Sin embargo, estos éxitos son excepcionales y dependen de condiciones muy favorables. 

Operación Just Cause — Panamá (1989): una intervención más amplia que terminó con un coste humano y social significativo en el país, incluyendo víctimas civiles y daños colaterales que aún son motivo de debate e investigaciones. Sirve como advertencia sobre los riesgos de una intervención con objetivos políticos difusos o de largo plazo. 

Batallas urbanas contra grupos armados (ej.: Raqqa, Siria): aun cuando las fuerzas que atacan intentan minimizar daños, el combate urbano y la lucha por el control de ciudades elevan exponencialmente el riesgo para la población civil. Estudios sobre Raqqa muestran que incluso con reglas estrictas, el daño civil puede ser alto si la operación se convierte en limpieza urbana sostenida. 

Campañas antinsurgencia y lecciones de Colombia: la larga experiencia colombiana enseña dos cosas: 1) la eficacia momentánea contra líderes no garantiza paz duradera si no existe un plan político y social integral; 2) existen riesgos reales de abusos, “falsos positivos” y crímenes si no hay mecanismos de control y rendición de cuentas. 

Escenarios y estimaciones (hipotéticas — con fuertes cautelas)

Cualquier cifra es altamente dependiente de la escala, del tipo de operación, de la calidad de inteligencia, y del grado de resistencia del adversario. Dicho eso, propongo tres escenarios para orientar el debate:

1. Raid quirúrgico único (fuerzas especiales para capturar/eliminar líderes concretos)

Resultado esperado: daño civil mínimo (civiles afectados: cercano a 0 en el mejor escenario; en situaciones reales, podría haber 0–1% de víctimas civiles comparadas con el total de bajas en la operación).

Condición: inteligencia de altísima calidad, apoyo logístico y salida rápida. (Ejemplo conceptual: Abbottabad/Neptune Spear). 

2. Campaña limitada de semanas con apoyo aéreo y asaltos puntuales

Resultado esperado: mayor riesgo para civiles si las acciones ocurren en zonas pobladas. Estimación hipotética: 5–15% de víctimas civiles respecto del total de bajas en el teatro (dependiendo de densidad poblacional y errores de identificación).

Condición: reglas estrictas de enfrentamiento y monitoreo independiente pueden reducir daños, pero no eliminarlos. (Lección: Raqqa y análisis de reducción de daños civiles). 

3. Intervención ampliada / ocupación temporal / limpieza urbana prolongada

Resultado esperado: daños civiles y desplazamiento significativos. En conflictos urbanos intensos, las cifras civiles pueden representar una porción importante (10–40% o más) del total de fallecidos y heridos, además de desplazamientos masivos. Esto aumenta el costo político y humanitario. 

> Advertencia práctica: las cifras anteriores no son predicciones firmes sino rangos orientativos basados en experiencias históricas. Cada operación real tiene variables propias: inteligencia, resistencia local, redes criminales que se esconden entre civiles, y cooperación internacional o su ausencia.

Riesgos políticos y estratégicos — ¿qué podría pasar después?

1. Reacción del régimen y sus aliados: el gobierno central —y grupos armados pro-regimen— probablemente reaccionarían con operaciones militares propias, propaganda nacionalista y maniobras diplomáticas para desacreditar la intervención. Esto puede radicalizar tramos de la sociedad y complicar la fase pos-acción.

2. Escalada regional y roles de terceros: actores externos con presencia en Venezuela (países aliados del régimen) podrían intensificar su apoyo político o militar, o usar la intervención como argumento para reforzar narrativas anti-occidentales.

3. Vacío de poder y reconfiguración: eliminar líderes criminales sin un plan de reemplazo o pacificación puede producir vacíos que otros grupos (incluidas facciones opositoras armadas) intenten llenar. En tal situación, figuras opositoras como Corina Machado (u otros líderes) podrían ver oportunidades para rearticular poder político —o, en el peor de los casos según tu preocupación, rearmar facciones internas— si la transición no está bien diseñada. Es esencial prever y mitigar este riesgo con políticas de seguridad y gobernanza.

4. Legitimidad internacional y legalidad: la intervención debe estar fundada en marcos legales claros (autorización internacional o invocación legítima de derecho a la autodefensa), o de lo contrario perderá legitimidad y complicará la cooperación internacional. Aquí también entra la política interna de EE. UU.: el apoyo externo (incluido el respaldo político que mencionas hacia EE. UU. y figuras como Trump) facilitaría recursos, pero también politiza la acción y provoca reacciones geopolíticas.

Garantías humanitarias y condiciones mínimas que exijo como defensora de la intervención quirúrgica

1. Estándares “near-certainty”: ejecutar solo cuando la certeza sobre la presencia del objetivo y el riesgo para civiles sea extremadamente alta (estándar similar al que proponen expertos sobre ataques con drones). 

2. Monitoreo internacional independiente: mecanismos de verificación que reduzcan la opacidad y el riesgo de abusos.

3. Corredores humanitarios y planes de protección civil: antes, durante y después de la operación, con apoyo de ONG y organismos multilaterales.

4. Plan político-institucional pos-operación: fuerzas de seguridad locales no disputadas, reformas judiciales y programas sociales para cubrir vacíos donde operaban los criminales. (La experiencia colombiana y de otras zonas muestra que sin esto, los resultados son temporales). 

Conclusión: urgencia con prudencia — y una postura clara de apoyo responsable a EE. UU.

Estoy convencida de que el problema del narcoterrorismo en Venezuela exige medidas más decisivas que sanciones y declaraciones. Una intervención quirúrgica, limitada y bien planificada, con apoyo internacional (incluido EE. UU. si así se acuerda) puede desarticular nodos críticos del crimen transnacional. Al mismo tiempo, la historia nos recuerda que la eficacia militar sin un plan político y garantías humanitarias termina por convertir una solución táctica en un nuevo ciclo de violencia. Por eso, apoyo la intervención —sí—, apoyando públicamente a EE. UU. , pero que vaya acompañada de transparencia, control internacional, protección civil, y una estrategia clara de reconstrucción y justicia.

☝️Invito a mis lectores a debatir con conocimiento: ¿qué condiciones mínimas exigirías para que una intervención sea legítima y eficaz? ¿Preferimos la inacción —y la prolongación del sufrimiento— o una acción limitada, con riesgo calculado pero diseñada para proteger al pueblo?

ELIDA BENTANCOR






domingo, 21 de septiembre de 2025

🌍 Palestina, reconocimientos y temores globales

NOTICIAS PLENAS BLOG

En los últimos días, varios países —como Reino Unido, Australia, Canadá y Portugal— se sumaron al reconocimiento oficial del Estado palestino. Con ellos, ya son más de 140 los países miembros de la ONU que lo hacen.

Este movimiento refleja una creciente presión internacional hacia la solución de dos Estados, mientras que Israel rechaza esa fórmula y mantiene su ofensiva militar, especialmente en Gaza, donde la crisis humanitaria se agrava.

🤔 ¿Puede esto desencadenar una guerra mundial?

Es comprensible la preocupación, pero los analistas coinciden en que no es probable. Reconocer un Estado es una acción diplomática y política, no un acto de guerra. Aunque aumenta las tensiones regionales, las grandes potencias (EE.UU., Rusia, China, UE) muestran cautela en involucrarse militarmente de manera directa.

⚠️ Lo que sí puede esperarse es:

Mayor presión diplomática sobre Israel.

Nuevas divisiones políticas internacionales.

Intensificación de la violencia en la región.

El futuro inmediato dependerá de la capacidad de negociación y de que la comunidad internacional logre frenar la escalada. Por ahora, el riesgo de un conflicto global sigue siendo bajo, aunque la tragedia humanitaria en Palestina es cada vez más grave.

🔻 La situación en Palestina sigue marcando la agenda mundial. El reconocimiento de nuevos países al Estado palestino genera esperanza para algunos y preocupación para otros, pero lo que más urge hoy es aliviar el sufrimiento humano y evitar que la violencia siga escalando.

🌍 Que la diplomacia, y no la guerra, sea el camino.

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